Un día me equivoqué de sala y descubrí que estaban haciendo una película de Jorge Grau. No se me olvidará nunca. Era un copión en blanco y negro y sonaba todo, menos las voces y la música. Fue un momento mágico, un idilio, un flechazo. No veía nada porque la sala estaba a oscuras y le pregunté al técnico: «¿Cuánta gente hay ahí dentro?». Y me dijo: «Una persona sola». «¿Y hace todo eso? ¿Cómo lo hace?», le pregunté. Le pasaban un trozo de película y aquello empezaba a sonar. Veía que un grifo se abría y sonaba el chorro del agua. Entonces decía: «¿Con qué lo hace? ¿Tiene un grifo adentro?». Ahí pensé que tenía que aprender a hacer eso como fuera.“Wayback Machine”.